Por Mateus Sá
Cuando era niño me perdí de mi tía y de mi abuelo durante una acampada en el Vale da Lua en el litoral sur de Pernambuco. Tenía en la época cinco años. Lo que restó de aquel acontecimiento es el registro aislado que interviene en el conjunto de indagaciones, una área de sombra turbia en la memoria. No sé por cuánto tiempo estuve perdido ni sé con convicción lo que aconteció en aquel momento.
El hiato y lo imaginado sobre ese intervalo de tiempo es uno de los ejes de creación de Lugar das Incertezas. Es en el campo de lo ambiguo entre lo tangible y la existencia de la experiencia que se concibe de cierta forma un conjunto de pistas apenas palpables. Sobre vestigios que oscilan entre un mundo mágico y místico y el conjunto de presiones atadas a una infancia, a la actualidad y a ese lapso de memoria. El objeto de estudio se apoya en la incerteza y los lugares que la habitan.
Busco instaurar un discurso visual que oscile entre la materialidad del mundo real y físico y las especulaciones, fabulaciones, pasado, memoria, afectos y vestigios que puedan asimilarse visualmente a las trayectorias existentes en un determinado lugar y tiempo.
Creo una arqueología de la memoria. Propongo rever el conjunto de hechos, imaginarios, rastros y fábulas que habitan dentro de mí y en aquel lugar. Uso la fotografía como medio, pues esta genera una incerteza múltiple impresa en el autor, en el lugar y en la propia comprensión en vaivén entre realidad y subjetividad.