El intercambio artístico como propuesta de acercamiento

El proyecto Mira Latina nace, entre muchos anhelos y deseos, de la voluntad por conocer, acercar y difundir la fotografía latinoamericana, especialmente entre latinoamericanos. Reconocer que nos conocemos poco en este vasto territorio que es América Latina, fue un motor potente para construir el proyecto y pensarlo como un laboratorio de creación y desarrollo de ideas con la intención de promover acciones y experiencias artísticas, impulsando nuevos espacios de dialogo y construcción a partir de este espacio geopolítico.

La fotografía de América Latina es extremamente rica, heterogénea, productiva, creativa y estimulante; son incontables las y los artistas que están produciendo trabajos potentes por todo el territorio. Sin embargo, la fotografía latinoamericana pasa inadvertida por el publico (especialista o no) y por los propios fotógrafos (latinoamericanos), que conocen y reconocen las producciones de otros países y continentes mucho más que la de nuestros propios vecinos. Es en la búsqueda por aminorar esa distancia y fortalecer la región que surge el Mira Latina.

Reconocer que ese desconocimiento tiene una raíz ideológica profunda y tangible, situada en la colonialidad, es uno de los desafíos del proyecto y eje central para el debate con las y los artistas que participaron del intercambio. Este intercambio es la primera actividad propuesta por el proyecto y forma parte del material que paulatinamente será expuesto en esta plataforma; a lo largo de las publicaciones de esta sección compartiremos un poco de lo que ha sido la experiencia, en textos futuros las y los propios artistas relatarán sus impresiones, contaremos además con entrevistas y textos de autores invitados.

El acercamiento a la producción fotográfica latinoamericana contemporánea como uno de los principales objetivos del proyecto, reveló atrayente la idea de crear espacios de dialogo entre las fotógrafas y los fotógrafos de los dos primeros países definidos para el empujón inicial del proyecto – Brasil y Bolivia. De esta manera, el intercambio consiste en la creación de parejas de trabajo, formadas por una o un artista boliviano y una o un artista brasileño. Los dúos se reúnen periódicamente en encuentros por Skype para conversar sobre asuntos diversos relacionados a temas que permean el universo de intereses del proyecto, esto es: pensar y cuestionar las practicas fotográficas y las matrices visuales que operan en América Latina, estimular la toma de conciencia sobre las dinámicas culturales, políticas y sociales vigentes y las formas de poder perpetuadas mediante la producción de imágenes e indagar sobre el papel y la importancia de nuestro trabajo como fotógrafas y fotógrafos y su verdadero impacto e influencia.

Como provocadora, acompaño las reuniones de los debates. He partido de diferentes estímulos (textos, películas, imágenes …) para instigar los diálogos y proponer actividades prácticas que estimulen sus procesos creativos. Cada pareja creó, a su modo, una dinámica de relación y funcionamiento, una metodología propia de trabajo conducida a partir de las experiencias personales (y profesionales) de cada una y cada uno y siendo llevadas conjuntamente por todos.

Es interesante poder observar como cada una de las parejas ha seguido por direcciones tan diferentes en el debate, incluso siendo provocadas con los mismos dispositivos. Lo que revela la pluralidad de visiones y posibilidades de entendimientos y caminos para los diálogos, así como también los rumbos que las parejas asumieron para la selección de un tema común de trabajo y producción de sus ensayos visuales como respuesta al proceso del intercambio.

Los encuentros se han gestionado de forma orgánica y flexible, respetando los tiempos, los plazos, la creatividad y la disponibilidad de todas y todos, lo que ha significado ser generalmente un tiempo expandido e incontrolable. Es por este motivo que los trabajos se irán publicando en esta plataforma a medida que se realicen y estarán disponibles en -la sección de Portafolios- en las galerías denominadas Mira Latina, dentro del perfil de cada artista.

Sin pretender, por ahora, levantar reflexiones más profundas acerca de algo que aún está en pleno proceso de producción, considero importante comentar que han sido imprevisibles también los retornos y aprendizajes adquiridos hasta aquí. Como provocadora y observadora de las discusiones y de los procesos de creación de estos artistas, es enriquecedor acompañar el desarrollo y el interés (o incluso el desinterés) de los participantes a cada reunión, a cada nuevo impulso.

En la apuesta por unir dos culturas distintas, con todas las dificultades obvias (los idiomas, las distancias, las múltiples formaciones políticas, sociales y culturales, los objetivos diferentes, etc.), algunas hipótesis anteriores, que desataron mi interés en proponer el intercambio, han sido confirmadas y otras refutadas -como sería de esperar-, pero es sorprendente el entusiasmo de la mayoría de las y los artistas en discutir y pensar nuestra condición de latinoamericanos y de productores de imágenes. Hasta donde puedo me permitir analizar, nuestras semejanzas, diferencias, contrastes y contradicciones, muchas veces óbvias, otras veces imperceptibles, agregan y alimentan la voluntad de conversar, intercambiar, conocer, aprender, entender, descubrir y crear. Confirmando así una de mis primeras hipótesis, la misma que me ayudo a realizar la selección de las y los artistas invitados a integrar el proyecto: independientemente del camino que cada uno eligió para su fotografía, o de los territorios que ocupan, está la inmensa curiosidad, inquietud y pasión de esas y esos artistas.